martes, 1 de septiembre de 2009

la vida según una desempleada feliz

Nunca hay que olvidar aquellas cosas que màs nos han marcado en la vida. Para mi igual que para muchos, ser paciente es algo dificil de procesar.
No pude jamàs imaginar que la espera de algo se alargarìa tanto. Veo con cierta incredulidad todo lo que ha pasado este año, con ojos nuevos, con paradigmas rotos y sin la misma sensaciòn de antes.
Para mi, siempre que algo malo ocurrìa, el universo se encargaba de nivelarlo o equilibrarlo con algo bueno màs adelante; tenìa la certeza de que cuando algo te faltaba y sufrìas mucho tratando de tenerlo, tarde o temprano algo o alguien te ayudarìa a compensarlo de alguna manera.
Ahora que lo pongo en palabras, me doy aùn màs cuenta de lo ridìculo que es este pensamiento.
Nada en el universo se nivela sin que uno lo propicie. Nada cambia por sì mismo, porque la felicidad, el tiempo y la justicia son todos, conceptos que los humanos creamos y no se hallan en la naturaleza.
Nadie decidiò que nuestro destino sea lo que es; pensar que es posible alterar las cosas con fè y esperanza, es en el 99 por ciento de los casos, una ilusiòn burda, basada en la pasividad del ser humano.
Tal vez esa es mi necedad, esperar que las cosas pasen, que alguien me salve de quien soy, que algo me despierte y me transforme como un fenòmeno màgico.
Vaya necedad tan dolorosa. Devela frente a uno, el dolor que sienten los idiotas, los estùpidos, los confiados, los no preparados, los que no observan, quienes se conforman con lo que las aguas les llevan y temen ir a buscar màs.
Es un dolor tan insoportable, tan hartante, pero a la vez resulta tan còmodo. Gritarle al cielo, como quien culpa a un Dios sobre sus carencias, como si estas fueran algo enteramente bueno o enteramente malo. Como si alguien de caracter superior, existiera, entendiera tu pena y pudiera hacer algo para solucionarte el berrinche.
Y es que eso somos, los berrinchudos de la era.
¿Dònde quedó el sentido del esfuerzo?- ¿en dònde dejè mi sentido del poder transformador que tanto paro me hizo en la secundaria?
Es un fracaso crecer en años y retroceder en desarrollo personal.
La pregunta màs importante es, ¿dónde quedaron las cosas buenas de la vida, que le daban sentido, que nos permitìan ver sòlo los éxitos y aminorar los fracasos?
No sé, yo no lo siento. Y ante un año sin respuestas, me seduce la negatividad, me parece casi teatral, casi poètica, de pelìcula.
Un tropezòn tràs otro, convertidos en la retòrica como en una novela, como un cuento. Parece que se abre una ventana, la tratas de abrir, insistes en abrirla con todas tus energìas y al final, cuando ves que no se abre con nada, sientes como si la propia ventana, en una ironìa romànticista de la vida, permanece inmovil frente a tus ojos, como si la muy digna se negara a abrir solamente porque "algo" te falta.
Con cada ventana cerrada, a uno se le van secando las manos, se te va amargando la vida y no entiendes què es aquello que no tienes. Y en efecto, las pinches ventanas cerradas cansan, en ese estira y afloja; en ese toreo cruel del "me abro - me cierro".
¿Còmo es que manejas esa sensaciòn despuès de meses de sentirla?, ¿Còmo le haces para tomar fuerza de cada oportunidad fallida y la transformas en algo positivo, cada vez?
Y lo màs pintorezco de todo, es cuando tu gente te dice: "No te preocupes, ten paciencia"...
Como si alguien de verdad supiera de cierto que esta espera se va a terminar, como si alguien pudiera afirmar que las cosas tomaran un màgico giro en la trama y que al final el personaje principal harà uso de algùn recurso sofisticado para salir del apuro.
Nada de eso existe.
Ser positivo, cuando tu vida està en pausa, es un reto infranqueable que llena de una impotencia enorme. Tener las agallas para no decaer jamàs, es algo que no he visto en nadie. Decaer es humano.
Simplemente yo me pregunto si existe algo que podamos hacer realmente para darle la vuelta a la gràfica, para darle otro sabor a la vida. No lo sé.
¿Còmo o dònde puedo recargar mis energìas?

En mis patadas de ahogado pienso en posibles respuestas.
1. Hay que buscar debilidades, hay que analizar las fortalezas, potencializar lo bueno, ver sòlo el lado positivo de toda esta experiencia.
2. Precisamente, ver este año como eso, una experiencia de la que me acordarè dentro de cinco años, con risas.
3. Verle el lado positivo a la pobreza, a las carencias, al temor al fracaso. Analizar lo que realmente tienes, darle un valor especial, apreciarlo todo màs que antes y entender aquello que no tienes, sin exagerarlo.

¿Què posturas se pueden adoptar?

NUNCA, JAMÀS EN LA VIDA, te definas a partir de tus fracasos. Porque eso no te ayuda a crecer, por el contrario te tira màs al hoyo.
Ir a muchas entrevistas es bueno porque puedes saber a través de tus interlocutores, las potencialidades que ven en ti y las cosas en las que tienes que trabajar. Ademàs, de paso, vas conociendo rutas en toda la ciudad, te paseas un rato y te permites un tiempo para ser tu mismo en otros esenarios. A veces salir de la rutina te permite ver las cosas desde otro àngulo.
Estar solo para meditar es lo màs destacable de todo, porque generalmente en medio de un trabajo ajetreado, no tienes tiempo de reflexionar sobre tu vida, no tienes tiempo de verla desde fuera.
El resultado de esta meditaciòn, es algo que te ayuda a definir tus ideas, calmar tus emociones  y darle un giro a las mismas.

Estar asì me ha permitido entender hacia donde quiero enfocar mi carrera, he comprendido un poco màs quien soy, què quiero hacer con mi vida, què metas tengo y como deseo alcanzarlas.

Y aùn asì, con todo lo bueno y lo malo, la vida es. Por eso no hay que confiar demasiado en la suerte y hay que trazar las lineas en el papel, tal como lo pretendemos.

Si no, ¿entonces què màs podemos hacer?

lunes, 31 de agosto de 2009

Los pelones sì son felices...

Hoy en día ha proliferado el tema de la superación personal, a través de lecturas, videos, conferencias.
Tal parece que cada vez, la gente ha puesto principal empeño en entender qué pasa con el mundo que les rodea; todos aspiramos a entender conceptos como el èxito personal y laboral, las relaciones interpersonales fructíferas, el amor en todas sus expresiones, la búsqueda de la felicidad, el perdón, la fé, lo espiritual.
De alguna manera, todos estos conceptos son partes del pensar humano que obligadamente han pasado por nuestras mentes, porque todos quisièramos ser personas efectivamente felices, realizadas en todos nuestros àmbitos vitales y sobre todo, tener la posibilidad casi màgica para develar los secretos que el universo, aparentemente oculta de los ojos de los humanos, para entender y saberlo todo.
Aunque muy vàlidos, cada uno de los esfuerzos que los pensadores de nuestra època han concentrado en develar las acciones, los pensamientos y las doctrinas a seguir para entender al mundo, lejos estamos de entender estos conceptos si primero no somos capaces de conversar con nosotros mismos.
Podrìa parecer una payasada mencionarlo, pero la verdadera sabidurìa de un ser humano subyace en la conjunciòn  de lo que sus ojos son capaces de observar tanto en las experiencias personales y agenas, en adiciòn con lo que es capaz de observar hacia el interior de sì mismo.
Quiero decir que la sabidurìa no es algo que se adquiera como un producto en el supermercado. No funciona con instrucciones, ni baterìas de algùn tipo y tampoco es algo que se regale con los años.
He conocido gente mayor que a pesar de sus años, no consiguiò madurar demasiado y lo que ellos aprendieron en cincuenta años, no rebasa en importancia lo que otros han aprendido en menos tiempo.
La sabidurìa, en palabras de alguien que no pretende ser sabio, es como un mùsculo que se ejercita mediante el balance del cuerpo, la mente y el espìritu.
Es el resultado del equilibrio de un ser virtuoso y aquella virtud, podrìa considerarse màs como un estilo de vida feliz.
¿Què quiero decir con esto?- Simplemente, que un ser virtuoso es màs feliz porque es màs sabio a diferencia de que quien no considera importante ser sincero cuando habla consigo mismo, quien no cultiva su espíritu y quien no utiliza su cuerpo correctamente.
Seguramente muchos querràn lincharme por ello, pero es cierto. La felicidad no nace del èxito personal, ni de la belleza o la salud, ni hablando el lenguaje del alma a travès del dominio de un arte, porque està comprobado que una vez que logras lo que buscas, siempre terminas deseando algo màs.
La muerte, la enfermedad, la pobreza, la ignorancia, la incomunicación, son fuertes elementos que aderezan la vida de todos en algùn momento de nuestras vidas y a pesar de ellas, la vida no pierde su sabor azucarado.
¿Por què?- Porque detràs de la muerte se oculta tambièn la naturaleza, la justicia, el amor, los vìnculos amorosos.
Si la gente decidiera no amar, para evitar el dolor de la pèrdida con la muerte, entonces no sè por què tendrìamos motivos para vivir màs que por nosotros mismos y en nuestra naturaleza no comulga el aislamiento como una posibilidad sana.
¿Entonces por què demonios no sabemos què hacer para estar satisfechos?... ¿por què nos cuesta tanto trabajo entender que  la felicidad no se puede encontrar?
Tal vez porque en parte se nos ha enseñado a buscar la felicidad en todo lo externo: ser el mejor futbolista de México, tener el mejor carro para que las chicas me vean y los hombres me respeten, ser la chica màs sexy de todas para traer a todos los hombres detràs de mi y masturbarme mentalmente cada vez que los rechace, ser el creador de un invento importantìsimo para que todos mis colegas mueran de envidia porque yo fui màs capaz que ellos, prometerle a mi novia una vida sin preocupaciones en una casa para ambos, respeto y amor eternos, ser el hijo abnegado de la familia para que tus padres se sientan infinitamente orgullosos de ti, etc .
 A final de cuentas, es riesgoso poner tus ànhelos en esperar algo de las circunstancias, porque estas siempre cambian, igual que los sueños y los anhelos de las demàs personas. El futbolista estrella se leciona una pierna y ya no puede jugar jamàs, la crisis te obliga a vender tu auto, encuentras la horma de tu zapato en un hombre que si te interesa porque es el ùnico que te ha rechazado, tu invento es robado por otro màs vivo, tu novia decide que ya no se quiere casar contigo, tus papàs se mueren y tú te quedas triste y con la frustraciòn de no haber hecho lo que anhelabas de tu vida.

¿Por donde empezar a ver la vida?, ¿Còmo hacerla màs feliz?

Un monje Budista de la comunidad australiana, llamado Ajahn Brahm, dijo hace  poco en una de sus charlas pùblicas, que ser feliz se vuelve dificil porque no nos damos el tiempo para dejar que nuestros sentidos perciban completamente nuestro entorno. Al observar nuestras vidas con detenimiento y objetividad, somos capaces de percibir la parte bella de todo lo que somos y lo que hacemos.
El verdadero reto yace en ser capaces de permanecer siempre en slow motion, en ser lo suficientemente inteligentes para destacar no solo el error, el defecto, el problema, sino que QUERAMOS sentirnos contentos por lo que sì saliò bien, lo bello, lo invaluable.
Por mi parte, considero que si bien, este es el principio primordial para ser felices, pienso que todo esto no serìa posible sin primero lograr ser sabios a través del balance cuerpo-mente-espìritu.
Debemos hacerle bien a nuestro cuerpo a travès del ejercicio, estimular nuestra mente mediante aprendizaje y el control de las emociones, y darle tono a nuestro espìritu pasando tiempo a solas, meditando, siendo honestos con nuestro ser en la pràctica de algùn arte.

lunes, 24 de agosto de 2009

24 agosto 09, la sombra toma forma

Hola. Soy Andrea. El día de la sombra al fin llegó. Un momento en el que el cosmos se alineò por arte de magia para ofrecerle al alma un remedio electrónico de esparcimiento mental.
Trás mucho tiempo quise, encontrar un espacio donde pudiera escribir lo que voy aprendiendo todos los días y este es el lugar.
Te preguntarás, por qué me refiero a este espacio como la charla con la sombra; pues la respuesta no es tan obvia porque es muy probable que nadie o muy pocos lleguen a leer mis impresiones de las cosas. La idea es hacer de esto un instrumento que vaya guardando todo lo que voy viviendo, lo que voy haciendo y sobre todo las cosas que voy logrando, a modo de conversación en solitario. Ademàs, es en solitario que uno siente que puede ser realmente y crudamente honesto, por eso tengo la certeza y puedo asegurar que todo lo que charlemos por aquì, serà sin censura.
Por otro lado, estoy consciente de que nadie quiere leer lo que uno hace, pocos suelen aprender de la experiencia de otros y sobre todo, nadie tiene tiempo para retroalimentarse.
Entonces la sombra y yo, muy seguramente estemos solas durante la mayorìa del tiempo, pero si algo que conversemos alguna vez, te resulta familiar, o te resulta interesante, ambas agradeceremos que nos lo hagas saber.
Hay tanto que conversar con la sombra que no se me agolpan las ideas en los dedos, quiero contar tantas cosas, asì que no hay que postergarlo màs.